Tener siempre a mano una lata de legumbres ya cocidas es un aliado perfecto, ya sea si estás haciendo dieta, o si simplemente, si eres de las personas que disfruta de comer legumbres de muchas maneras distintas. Están siempre ahí, a la mano, a la hora de preparar cualquier receta.
Pero yo te propongo algo mejor, hacerlas en casa trae muchos beneficios. Son económicas, puesto que un paquete de medio kilo es mucho más barato que una lata de las mismas; son más sanas, ya que no consumes productos químicos como los preservantes y mejoradores de sabor, que en su mayoría, traen los productos enlatados; y por último, tienes una gran variedad de granos, deshidratados o frescos, que se venden en los mercados y que no conseguirás enlatados.
La receta que te doy a continuación es de caraotas negras, para hacer otra variedad de legumbres, solo tienes que cambiarlas por las que tengas. Solo recuerda, que la mayoría de ellas tienes que hidratarlas por lo menos 12 horas antes de cocerlas.
Ingredientes
1 paquete de caraotas negras
1 cebolla mediana
1 hoja de laurel
1 cucharadita de sal
Agua
Preparación
Hidrata tus caraotas cubriéndolas generosamente con agua por 12 horas o toda la noche. Cuélalas y lávalas bien. Colócalas en una cacerola grande con suficiente agua y cocínalas hasta que rompa el primer hervor. Cuélalas de nuevo para descartar el primer líquido de cocción, eso te ayudará a disminuir un poco la cantidad de almidón y disminuye la probabilidad de tener gases molestos producto de la fermentación que ocurre en el proceso de de hidratación.
Coloca de nuevo las caraotas en la cacerola, cúbrelos con agua caliente, para no cortar el proceso de cocción, agrega la cebolla, la sal y la hojita de laurel, y llévalas de nuevo al fuego, cuando rompa el hervor, baja el fuego y tápalas. Cocínalas hasta que estén al dente, removiendo de vez en cuando la espuma de se forma en la superficie.
Una vez listas, cuela tus caraotas, déjalas enfriar y congélalas por porciones de una o dos tazas en bolsitas herméticas o el envase de tu preferencia.
Ahora cada vez que necesites usar una lata de caraotas para una receta solamente tienes que sacarlas del congelador y listo. Para descongelarlas, déjalas afuera del freezer un par de horas o descongélalas en el microondas.
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