Este arrocito es típico del norte de Portugal hecho con aceite de oliva común y no el extra virgen, mi abuelita lo hacía a diario para acompañar todos los deliciosos platillos que ella preparaba. Para nosotros era como el arroz blanco del venezolano, va con todo, incluso junto con algunos excesos como el de comer arroz y papas juntos, cual es el caso del empadón que no somos capaces de comerlo sin él. Como diría mi esposo “pan con pan comida de locos”, jeje, pues si creo que así somos de algún modo.
Ingredientes
1 cebolla mediana cortada en cubos
1 taza de arroz
2 tazas de agua
1 a 2 cucharadas de aceite de oliva, preferiblemente el gallo de lata roja
1 cucharadita de sal
Preparación
En una cacerola mediana calienta el aceite y agrega la cebolla picada, dórala removiendo con cierta frecuencia hasta que esté casi negra pero sin que se queme, agrega el agua y la sal, tapa tu cacerola y deja que rompa el primer hervor. Una vez el agua hierva, agrega tu taza de arroz y cocínalo tapado a fuego muy bajo por 20 minutos. Transcurrido ese tiempo obtendrás un arroz bien morenito y súper aromático. Retíralo del fuego y sírvelo calientito.
Rinde de 4 porciones
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