Esta receta no es exactamente la que hacía mi abuela, pero su sabor me recuerda a la que me preparaba en mi infancia con las “hojitas verdes” (espinacas, berros, acelgas o una mezcla de ellas) que encontraba frescas en el San Ciro, un abastico de la Av. Victoria en el que compraba sus víveres. Me imagino que fue su versión caraqueña del Caldo Verde, una sopa típica portuguesa, que lleva couves (coles portuguesas), papas, la cual no siempre la hacía puré y un buen chorizo portugués en algunas ocasiones, acompañada con un trozo de broa, un típico pan de maíz que se come en el Portugal continental. Ahora bien, si buscas una versión más ligera puedes omitir el chorizo y hacerla tal cual la receta que te doy a continuación, mi único consejo es que no omitas la papa, puedes bajar la cantidad, combinarla con zanahoria o sustituirla por batata, ya que su función en esta sopita es absorber y transformar todo el amargor que en ocasiones suelen aportar las hojas verdes en la cocción.
Ingredientes
1 a 1 ½ paquetes de acelgas tiernas picaditas en juliana
1 papa mediana en cubos
1 zanahoria grande en cubos
1 tallo de cebollín en rueditas
1 cebolla mediana en juliana
2 cucharadas de aceite de oliva
5 tazas de agua
Sal al gusto
Preparación
En una cacerola para sopa, calienta el aceite de oliva y saltea tus vegetales junto con la papa ligeramente, agrega el agua y las acelgas, tapa tu sopita y cocínala a fuego medio por 20 minutos, contados a partir de que alcance el punto de ebullición. Retírala del fuego, permite que repose unos minutos antes de servirla.
Puedes acompañarla con una tostada de pan integral New York Bread o casabe tostadito y un quesito blanco de búfala a la plancha.
Rinde 8 porciones (2 lt)
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