Ingredientes
1 roast beef de lomito o ganso de 2 Kg aprox
1 cebolla morada en julianas finas
1 cebollín en rueditas
4 ó 5 dientes de ajo grandes
2 a 3 ramitas de romero fresco
2 a 3 ramitas de tomillo fresco
1 ají dulce picadito
¼ cucharadita de orégano molido
¼ cucharadita de laurel molido
1 ½ cucharadas de salsa inglesa
1/8 cucharadita de pimienta negra molida
1/8 cucharadita de pimienta dulce (guayabita) en polvo
1/8 cucharadita de canela
1/8 cucharadita de comino
1/16 cucharadita de clavo molido
1 cucharadita de mostaza a la antigua (o cualquier otra)
3 cucharadas de aceite de oliva
½ litro de vino tinto seco
2 cucharadas de aceite de oliva
2 cucharaditas de sal gruesa
Aceite de canola para dorar el roast beef
1 bolsa grande con cierre hermético tipo click
Preparación
En un mortero coloca los dientes de ajo junto con la sal gruesa, tritura hasta lograr una pasta con el ajo, incorporado un poquito del aceite de oliva, agrega al mortero el romero, el tomillo y el ají dulce y sigue triturando hasta romper el resto de los ingredientes. Una vez lista esta mezcla agregarle los demás condimentos junto con la mostaza y el resto del aceite de oliva y mezclar muy bien. Coloca el roast beef en la bolsa con cierre hermético, agrega la cebolla en juliana, la pasta marinada del mortero, el cebollín y el vino, cierra la bolsa y masajea la carne para incorporar bien la marinada y que cubra toda la carne. Deja marinar en la nevera por 24 horas.
Saca el roast beef entre 1 hora y hora y media antes de dorarlo para que pierda el frío de la nevera y este más o menos a temperatura ambiente.
Calienta un sartén de hierro o un budare agrega un poquito de aceite de canola y comienza a dorar el roast beef a fuego medio hasta que esté dorado casi negro por todos los lados. Sabrás que está listo, oscuro por fuera y entre rojo suave y rosado por dentro, cuando al introducir una varilla de metal hasta el centro de la carne, esta salga apenas tibia, es decir entre 44 a 55 grados centígrados si usas un termómetro para carnes.
Deja enfriar completamente la carne y refrigérala preferiblemente por lo menos 4 horas antes de cortarla en rebanadas. Mientras más tiempo de refrigeración tenga, más fácil se te hará para rebanarla finamente con un cuchillo preferiblemente de sierra como el de pan. Almacena tus rebanadas en un envase hermético en tu nevera. No volverás a pasar hambre.
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