Ummm!!! el pan casero es irresistible y, aunque a veces puede no salir perfecto o quedarte como una piedra, es mil veces mejor que el que compras en el supermercado, haz pan en casa que el esfuerzo siempre valdrá la pena y es la única vía posible de que, más pronto que tarde, obtengas el resultado que tanto anhelas. Estos bollitos de pan que hoy te traigo están hechos en mi batidora, la cual tiene una herramienta para amasar, pero puedes perfectamente amasarlos a mano si no cuentas con una máquina para hacerlos e incluso puedes usar el procesador de alimentos, siempre y cuando en el manual del usuario te diga que puedes utilizarlo para este fin, sin dañar el motor y el tiempo y forma de usarlo correctamente cuando amasas. Normalmente, cuando estudias panadería te enseñan que la materia grasa, mantequilla en este caso, debe ser agregada al final del proceso cuando se trata de una cantidad importante que pueda interferir con el desarrollo del gluten contenido en la harina de trigo, el cual es el responsable de la estructura final de tu pan, pero buscando recetas para hacer mis panecillos redondos tipo dely, perfectos para unas hamburguesas de buena calidad y apariencia glamorosa, encontré una en la cual la mantequilla es agregada desde el primer momento, derretida para su fácil incorporación, y de verdad quedan estupendos, con un ligero sabor y perfume a ella que me recuerdan al pan brioche. Acompaña una cena de gala con ellos y quedarás de lo mejor, porque no sólo puedes usarlo para ser relleno, sino que también cumplen su función de acompañantes en cualquier comida formal de la manera más vistosa.
Ingredientes
1 taza de leche ligeramente caliente, no hirviendo
7 gr de levadura instantánea
1/8 de taza de azúcar
125 gr de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
1 huevo
1 cucharadita de sal
3 ½ a 4 tazas de harina todo uso
1 huevo batido con 1 cucharadita de agua para barnizar
Preparación
Coloca en el tazón de la batidora la leche caliente junto con la mantequilla para que se derrita. Mientras se enfría, coloca en un tazón 2 ½ tazas de harina, agrega la levadura y mézclala muy bien para que los gránulos se cubran de harina. Una vez fría la leche, agrega el azúcar y comienza a batir a velocidad media baja y con la herramienta de paleta hasta que se incorporen bien los ingredientes, agrega el huevo y sigue batiendo hasta que esté bien mezclado. En este punto, con la máquina en marcha a baja velocidad, ve incorporando la harina del tazón que contiene la levadura, una vez incorporada aumenta un poco la velocidad y bate por un par de minutos. Cambia la herramienta de paleta por el tirabuzón de amasar, agrega la sal y enciende la máquina a velocidad media, de a poco ve agregando el resto de la harina hasta completar las 3 ½ tazas, completarás el ciclo de amasado en el transcurso de 6 minutos y cuando la masa se haya despegado del tazón pero aún sea muy suave y pegajosa en las manos. Traspasa tu masa a un tazón limpio y ligeramente engrasado y cúbrelo con plástico de cocina para que leve 1 hora. Si tienes un gorro de baño plástico de esos que encuentras en los hoteles, son perfectos para cubrir el tazón a la hora del primer levado del pan.
Si estás haciendo el pan a mano, sigue el mismo procedimiento usando una cuchara de madera o paleta hasta integrar la mayoría de la harina (por lo menos 3 tazas), pasa la masa a un mesón sin harina adicional y continúa amasando solo agregando la cantidad restante de la harina citada en la receta, puedes agregar hasta las 4 tazas, pero siempre que agregues más harina deberás tomar en cuenta que obtendrás al final un pan más seco y quizás un poco más duro. Trata de mantener una masa manejable pero húmeda lo que significará que siempre podrá pegarse un poco a las manos y al mesón de trabajo. En última instancia puedes engrasar un poquito tus manos y el mesón para que te sea más fácil. Una vez amasada tu masa, traspásala a un tazón limpio como te indico en el párrafo anterior.
Al cabo de la hora, destapa la masa y con los puños cerrados presiona la masa hasta que se desinfle por completo lleva los extremos hacia dentro como para formar una bola, dale la vuelta y tápala de nuevo para que leve 1 hora más. Este proceso se llama desgasificar la masa y ayuda a la estructura final de tu pan.
Voltea tu masa sobre un mesón ligeramente engrasado, con la ayuda de las manos extiende la masa para formar un rectángulo, dobla la mitad hacia el medio y presiona ligeramente la masa con el canto de la palma para que se una, dobla la otra mitad por encima y presiona el borde para formar un cilindro. Con un cuchillo muy afilado, unas tijeras de cocina o un cortador de masa, divídelo en 8 porciones iguales. Estira ligeramente los bordes y llévalos hacia el centro presionando para que se peguen y forme una especie de bolita, con la juntara hacia abajo y la palma de tu mano en arco como si fuese una copa invertida, gira la masa sobre sí misma para terminar de formar la bolita de pan con la masa. Repite este proceso con cada una de ellas. Una vez termines con ellas, traspásalas con mucho cuidado a una bandeja de hornear engrasada, o con un silpat de fondo. Tapa tus pancitos con un plástico grande y engrasado para que no se pegue a la masa. Precalienta el horno a 375°F y deja levar otra vez por 45 minutos o hasta que hayan aumentado el doble de su volumen.
Transcurrido este tiempo, destápalos, barniza cada uno con el baño de huevo y agua y si gustas decóralo con semillitas de ajonjolí, amapola, girasol o sal gruesa. Puedes usar cualquiera que te guste o una mezcla de ellas. Hornea tus pancitos por aproximadamente 20 minutos hasta que estén doraditos. Retíralos del horno y déjalos enfriar en una rejilla o una tabla de madera.
Rinde 8 panecillos redondos
esta receta está modificada por la sopa de tomate, su versión original es de Bon Appetit
esta receta está modificada por la sopa de tomate, su versión original es de Bon Appetit
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