Llega
Semana Santa y, para todos aquellos que hemos sido criados bajo la religión
católica, son los días en los que no podemos faltar al compromiso de no comer
carne; pero para los venezolanos es cada vez más difícil conseguir cosas en los
mercados debido al desabastecimiento que se ajusten a nuestro presupuesto,
sobretodo en épocas como estas donde el pescado llega a valer el triple de su
costo habitual.
Por
eso la propuesta de hoy es ofrecerte una receta con quinoa, un producto que,
aunque es más costoso que el desaparecido arroz, hoy es más fácil encontrarlo en
muchas tiendas, es más sano y amortiguas el gasto con unos deliciosos guacucos que
puedes conseguir con o sin concha (para esta receta los usé sin concha) en
cualquier pescadería a un costo realmente más bajo que el pescado o los
mariscos. Para los que no viven en Venezuela, podemos decir que estos pequeños
moluscos son como una especie de almejas mucho más pequeñas que crecen
enterradas en el fango de pantanos de agua salada y son comunes en el Sur del
Caribe, desde Belice hasta Colombia, en el Golfo de Venezuela y en el Lago de
Maracaibo. Los más famosos en nuestro país son los de la isla de Margarita, tánto
que una playa lleva su nombre, Playa Guacuco, además de los de la Restinga en donde
se obtiene la mayor pesca.
Espero
que disfrutes de esta receta tanto como yo y me cuentes, si la haces, qué tal
te salió.
Ingredientes
1
½ taza de guacucos limpios, escurridos y sin cocha (480gr)*
½
taza de quinoa
½
a 3/4 taza de caldo de mariscos, agua o una mezcla de ambos
¼
taza de brandy
200
gr de tomates en lata picados en dados pequeños (pulpa y jugo por separado)
2
dientes de ajo triturado
1
tallo de ajo porro mediano picado en rodajas o láminas finas (sólo la parte
blanca y la verde más tierna)
1
tallo de cebollín picadito
½
jalapeño picado finamente (si te gusta más picante agrega un jalapeño completo)
1
cebolla mediana picada en dados pequeños
½
pimentón picado en dados pequeños
½
taza de zanahoria picada en dados pequeños (puedes usar las congeladas)
½
taza de guisantes frescos o congelados
3
cucharadas de aceite de oliva
2
taza de rúgula picada toscamente
Sal
y pimienta al gusto
*Si
vives en Caracas la gente de Frescados vende los guacucos limpiecitos sin un
grano de arena y pelados (tienen delivery). Si no, pregúntale a tu pescadero si
los vende limpios. Puedes hacerlos con concha si no los consigues ya pelados.
Preparación
En
una cacerola mediana o un sartén que funcione como una paellera con tapa,
calienta el aceite de oliva junto con el ajo a fuego medio bajo, incorpora la
cebolla, el ajo porro, el cebollín, el jalapeño, el pimentón y rehoga tus
vegetales hasta que la cebolla esté transparente como unos 5 a 7 minutos;
agrega el tomate y sigue cocinando por unos 5 minutos más para que reduzca un
poco el líquido.
Ahora
sube el fuego, agrega la quinoa, los guacucos y el brandy y cocina removiendo
constantemente hasta que se haya evaporado casi en su totalidad el líquido.
Incorpora el jugo del tomate, ½ taza del caldo, la zanahoria, los guisantes y condimenta
con la sal y la pimienta; tapa tu cacerola y baja el fuego al mínimo cocinado
la preparación alrededor de 20 minutos hasta que la quinoa esté cocida. De vez
en cuando chequea la cantidad de líquido y si hace falta agrega de a poco el
caldo restante.
Una
vez lista, retírala del fuego y rectifica el punto de sal. En este punto puedes
agregar la rúgula y mezclarla en su totalidad con la quinoa o servirla por
encima en cada plato como puedes ver en la foto. En ambos casos funciona y es
deliciosa. La idea es que se cueza la rúgula ligeramente con el calor residual
de la quinoa caliente. A la hora de servir, agrega un poco más de aceite por
encima, un poquito más de brandy para que realce el sabor de los guacucos y
espolvorea con un poco más de pimienta recién molida.
Rinde
6 a 8 porciones