viernes, 17 de junio de 2011

Tarta de Chocolate sin harina… para chocohólicos profesionales

Si del cielo nos caen limones, entonces haremos limonadas. Si no consigues harina de trigo para hacer tus tartas prueba esta receta full chocolate y no te quedarás sin postre. Perfumada con ron y café, en una especie de mezcla entre soufflé y mousse, esta delicia oscura es para quienes disfrutan de un intenso sabor a chocolate negro.  No muy dulce ni muy amarga es perfecta para cerrar con broche de oro cualquier cena que tengas en casa, sobre todo si tienes comensales muy exigentes. Acompáñala con un rico y cremoso helado de café para reforzar su toque de mocha, o con crema batida y una salsa de fresas frescas, para tomar con ella una copa de un buen oporto o champaña helada son la mejor opción. Todo un hit para celebrar este Día del Padre.

Ingredientes para la tarta
160 gr de chocolate al 58,5% Bucare picadito o en gotas
155 gr de chocolate negro al 70% gran samán picadito o en gotas
185 gr de mantequilla sin sal dividida en cuadrados
¼ taza de azúcar + 2 cucharadas aparte
1 cucharada de ron*
1 cucharada de café instantáneo disuelto en 1 cucharadita de agua hirviendo
1 cucharadita de vainilla
5 yemas de huevo
3 claras de huevo
Pizca de sal
Cacao en polvo y mantequilla para preparar el molde
Un molde circular de 20cm
Un círculo de papel parafinado del tamaño para forrar el fondo tu molde
Ingredientes para la cubierta
75 gr de chocolate al 58,5% Bucare picadito o en gotas
75 gr de chocolate negro al 70% gran samán picadito o en gotas
75 gr de mantequilla sin sal dividida en cuadrados
*Puedes variar el sabor y aroma de tu tarta sustituyéndolo por ron de naranja
Preparación
Precalienta el horno a 300°F y engrasa el fondo de tu molde. Coloca el papel parafinado y engrasa de nuevo el fondo sobre el papel y los laterales del molde. Espolvorea con cacao en polvo hasta cubrir por completo el interior del molde.
Derrite a baño maría los chocolates junto con la mantequilla, mezclando muy bien para que se incorporen durante el proceso. Retíralo del fuego y deja que baje un poco la temperatura. Mientras tanto coloca las yemas de huevo junto con ¼ de taza de azúcar, el café disuelto, la vainilla y el ron en el tazón de una batidora y bate la mezcla hasta que las yemas se tornen pálidas, aumenten su volumen y se tornen como una crema. Con la máquina andando agrega lentamente la mezcla de chocolate y mantequilla a las yemas… y bate lo suficiente hasta que todo esté bien integrado.
Aparte,  bate las claras junto con la pizca de sal hasta que estén espumosas, agrega las 2 cucharadas de azúcar y bate hasta que se formen picos medio firmes. Incorpora en dos tandas las claras batidas a la mezcla de chocolate y yemas mezclando de forma envolvente con la ayuda de una espátula. Vierte la mezcla en el molde preparado y hornea la tarta por 35 a 40 minutos hasta que al introducir un palillo este salga muy húmedo pero no líquido. No sobre cuezas la tarta para no perder la textura particular que obtendrá después de la refrigeración.
Retírala del horno y deja que enfríe por 30 minutos antes de desmoldarla. No te asustes si se baja bastante después de hornear, esta tarta crece mucho dentro del horno sin desbordarse del molde, pero al enfriarse, al igual que un soufflé, desinfla. Para desmoldarla pasa un cuchillo con mucho cuidado alrededor de la tarta para desprenderla de los laterales, vuélcala sobre un plato cubierto de papel encerado, retira el molde y el papel del fondo, vuelve a taparla con el molde dejándola boca abajo y métela a la nevera para que enfríe durante 4 horas o por toda la noche.
Para la cubierta, derrite los chocolates junto con la mantequilla a baño maría, removiendo constantemente hasta que esté todo disuelto y bien incorporado. Saca de la nevera la tarta ya fría,  colócala sobre una rejilla y báñala con la mezcla de chocolate permitiendo que caiga por los costados para cubrirla por completo, pásala al plato de servicio y refrigera de nuevo por lo menos 2 horas.
Para servirla, divide tu tarta con un cuchillo delgado y caliente para que te sea más fácil, limpiando muy bien el cuchillo entre cada corte.
Rinde 10 porciones.
Versión original de Williams-Sonoma

Pan de hamburguesas… con un gustito a brioche

Ummm!!! el pan casero es irresistible y, aunque a veces puede no salir perfecto o quedarte como una piedra, es mil veces mejor que el que compras en el supermercado, haz pan en casa que el esfuerzo siempre valdrá la pena y es la única vía posible de que, más pronto que tarde, obtengas el resultado que tanto anhelas. Estos bollitos de pan que hoy te traigo están hechos en mi batidora, la cual tiene una herramienta para amasar, pero puedes perfectamente amasarlos a mano si no cuentas con una máquina para hacerlos e incluso puedes usar el procesador de alimentos, siempre y cuando en el manual del usuario te diga que puedes utilizarlo para este fin, sin dañar el motor y el tiempo y forma de usarlo correctamente cuando amasas. Normalmente, cuando estudias panadería te enseñan que la materia grasa, mantequilla en este caso, debe ser agregada al final del proceso cuando se trata de una cantidad importante que pueda interferir con el desarrollo del gluten contenido en la harina de trigo, el cual es el responsable de la estructura final de tu pan, pero buscando recetas para hacer mis panecillos redondos tipo dely, perfectos para unas hamburguesas de buena calidad y apariencia glamorosa, encontré una en la cual la mantequilla es agregada desde el primer momento, derretida para su fácil incorporación, y de verdad quedan estupendos, con un ligero sabor y perfume a ella que me recuerdan al pan brioche. Acompaña una cena de gala con ellos y quedarás de lo mejor, porque no sólo puedes usarlo para ser relleno, sino que también cumplen su función de acompañantes en cualquier comida formal de la manera más vistosa.

Ingredientes
1 taza de leche ligeramente caliente, no hirviendo
7 gr de levadura instantánea
1/8 de taza de azúcar
125 gr de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
1 huevo
1 cucharadita de sal
3 ½ a 4 tazas de harina todo uso
1 huevo batido con 1 cucharadita de agua para barnizar
Preparación
Coloca en el tazón de la batidora la leche caliente junto con la mantequilla para que se derrita. Mientras se enfría, coloca en un tazón 2 ½ tazas de harina, agrega la levadura y mézclala muy bien para que los gránulos se cubran de harina. Una vez fría la leche, agrega el azúcar y comienza a batir a velocidad media baja y con la herramienta de paleta hasta que se incorporen bien los ingredientes, agrega el huevo y sigue batiendo hasta que esté bien mezclado. En este punto, con la máquina en marcha a baja velocidad, ve incorporando la harina del tazón que contiene la levadura, una vez incorporada aumenta un poco la velocidad y bate por un par de minutos. Cambia la herramienta de paleta por el tirabuzón de amasar, agrega la sal y enciende la máquina a velocidad media, de a poco ve agregando el resto de la harina hasta completar las 3 ½ tazas, completarás el ciclo de amasado en el transcurso de 6 minutos y cuando la masa se haya despegado del tazón pero aún sea muy suave y pegajosa en las manos. Traspasa tu masa a un tazón limpio y ligeramente engrasado y cúbrelo con plástico de cocina para que leve 1 hora. Si tienes un gorro de baño plástico de esos que encuentras en los hoteles, son perfectos para cubrir el tazón a la hora del primer levado del pan.
Si estás haciendo el pan a mano, sigue el mismo procedimiento usando una cuchara de madera o paleta hasta integrar la mayoría de la harina (por lo menos 3 tazas), pasa la masa a un mesón sin harina adicional y continúa amasando solo agregando la cantidad restante de la harina citada en la receta, puedes agregar hasta las 4 tazas, pero siempre que agregues más harina deberás tomar en cuenta que obtendrás al final un pan más seco y quizás un poco más duro. Trata de mantener una masa manejable pero húmeda lo que significará que siempre podrá pegarse un poco a las manos y al mesón de trabajo. En última instancia puedes engrasar un poquito tus manos y el mesón para que te sea más fácil. Una vez amasada tu masa, traspásala a un tazón limpio como te indico en el párrafo anterior.
Al cabo de la hora, destapa la masa y con los puños cerrados presiona la masa hasta que se desinfle por completo lleva los extremos hacia dentro como para formar una bola, dale la vuelta y tápala de nuevo para que leve 1 hora más. Este proceso se llama desgasificar la masa y ayuda a la estructura final de tu pan.

Voltea tu masa sobre un mesón ligeramente engrasado, con la ayuda de las manos extiende la masa para formar un rectángulo, dobla la mitad hacia el medio y presiona ligeramente la masa con el canto de la palma para que se una, dobla la otra mitad por encima y presiona el borde para formar un cilindro. Con un cuchillo muy afilado, unas tijeras de cocina o un cortador de masa, divídelo en 8 porciones iguales. Estira ligeramente los bordes y llévalos hacia el centro presionando para que se peguen y forme una especie de bolita, con la juntara hacia abajo y la palma de tu mano en arco como si fuese una copa invertida, gira la masa sobre sí misma para terminar de formar la bolita de pan con la masa. Repite este proceso con cada una de ellas. Una vez termines con ellas, traspásalas con mucho cuidado a una bandeja de hornear engrasada, o con un silpat de fondo. Tapa tus pancitos con un plástico grande y engrasado para que no se pegue a la masa. Precalienta el horno a 375°F y deja levar otra vez por 45 minutos o hasta que hayan aumentado el doble de su volumen.
Transcurrido este tiempo, destápalos, barniza cada uno con el baño de huevo y agua y si gustas decóralo con semillitas de ajonjolí, amapola, girasol o sal gruesa. Puedes usar cualquiera que te guste o una mezcla de ellas. Hornea tus pancitos por aproximadamente 20 minutos hasta que estén doraditos. Retíralos del horno y déjalos enfriar en una rejilla o una tabla de madera.
Rinde 8 panecillos redondos
esta receta está modificada por la sopa de tomate, su versión original es de Bon Appetit

jueves, 16 de junio de 2011

Hamburguesa de Cerdo BBQ… la fusión perfecta de dos de sus platos predilectos

La hamburguesa y las costillas de cerdo barbecue acompañados de sus respectivas papas chips y ensalada de repollo, son dos de los platos favoritos tanto de mi esposo como de mi hijo. Estos clásicos de la comida estadounidense son tomados muy seriamente por ellos a la hora de prepararlos en casa y con un sabor bien distante de los que tristemente han llegado a nosotros representados en las cadenas de comida rápida. Tienen tantas variantes como regiones del país, llegando a identificarlos con los nombres del estado al que representa, tal es el caso del famoso cerdo mechado barbecue de Carolina del Norte (North Caroline Pulled-Pork Barbecue) que consigues frecuentemente versionado en distintas revistas gastronómicas de Estados Unidos. Tomando esto como partida, empecé a buscar una receta que fusionara ambos platillos en uno sólo, encontré un montón de ellos de los cuales y tomé algo de cada uno para hacerles a mis dos amores este Día del Padre, y compartirlo junto con ellos en un sabroso domingo de comida informal y sin cubiertos, en el sofá frente al televisor viendo sus películas favoritas. Como postre, pienso servirles una tarta de chocolate sin harina acompañada de un cremoso helado de café. Si quieres la receta del pan que utilizo para estas hamburguesas y la de la tarta del postre, no te pierdas los post de mañana.

Ingredientes
1,2 Kg de costillas de cerdo lo más magras posible*
1 cebolla blanca mediana cortada en rodajas
1 cebolla morada mediana cortada en rodajas
1-1 ½ cucharaditas de sal ahumada**
Pimienta molida al gusto
1 limón
Agua
1 ½ tazas de salsa BBQ hecha en casa o comprada
6 bollos redondos de pan al estilo brioche hecho en casa o compra un buen pan de hamburguesa
Tu ensalada de repollo favorita
Papas chips
Preparación
Retira la mayor cantidad de grasa que haya en el exterior de tus costillas de cerdo, lávalas muy bien, frótalas con el limón, vuelve a enjuagarlas y sécalas con papel de cocina, por último condiméntalas con la sal ahumada o sal común y la pimienta. Mezcla ambas cebollas y coloca la mitad de ellas sobre el fondo de una olla de presión, sobre las mismas acomoda todas las costillas de cerdo y encima el resto de la cebolla. Cubre todo con agua, tapa tu olla de presión y cocina el cerdo por una hora contada a partir del comienzo del silbato. Una vez transcurrido este lapso retírala del fuego, permite que salga todo el vapor de manera segura antes de abrirla para luego extraer las costillas y descartar los líquidos de cocción junto con las cebollas. Ya  afuera y todavía calientes, con la ayuda de dos tenedores ve separando la carne de los huesos, y a su vez separándola en hebras gruesas, retirando el resto de la grasa que pueda quedar entre las fibras de carne.
En el tazón de la olla de cocción lenta mezcla el cerdo mechado y la salsa barbecue, tápalo y enciéndela programando el tiempo para 2 ½ horas de cocción en Low. Si no tienes este electrodoméstico puedes hacerlo en una olla, preferiblemente de doble fondo y pesada, donde hagas tus guisos normalmente sobre la estufa a fuego muy muy bajo por un lapso de una hora. En este caso es importante estar pendiente de controlar la humedad de la salsa, agregando un poquito de agua cada vez que haga falta pero no en exceso, porque el resultado final debe ser relativamente seco para que no humedezca demasiado el pan a la hora de armar tus hamburguesas. Al terminar la cocción ratifica el punto de sal y pimienta y corrígelo si hace falta.
Corta el pan en dos, coloca un piso de cerdo sobre la base del pan, por encima de él coloca una cucharada o más de la ensalada de repollo y si gustas un poquito más de cerdo, coloca la tapa superior del pan y sirve tu hamburguesa acompañada de unas ricas papas chips o papas fritas y un poco más de salsa BBQ en un tazón individual.
Rinde 6 porciones
*Pídele a tu carnicero que te separe las costillas individualmente pero que no las pique en trozos pequeños.
** En Caracas se está consiguiendo una deliciosa Sal de Araya Ahumada producida artesanalmente, busca en tu ciudad o país si hay alguna que sea ahumada, pero si no consigues puedes sustituirla por sal común.

Salsa BBQ… hecha en casa

A pesar de su origen incierto, hay registros sobre la salsa barbecue que se remontan al siglo XV cuando Colón la lleva a España desde la isla la Española, donde era usada como condimento de carnes que asaban los Taínos, nativos de las islas del Caribe, sobre unas parrillas de madera, método al que llamaban barbacoa y que luego pasa al inglés como barbecue. La primera salsa BBQ producida comercialmente fue hecha por The Georgia Barbecue Sauce Company, en Atlanta, y sale a la venta en Enero de 1909. Luego Heinz lanza la suya para el año 1940. Ampliamente usada por la cocina de los Estados Unidos y hoy día catalogada históricamente como una institución de ese país, esta salsa tiene una infinidad de variantes donde encontramos desde pasta concentrada de tomate, salsa kétchup, hasta vinagre y melaza dentro de sus ingredientes. Esta es mi versión de ella hecha en casa a la cual no le pongo tabasco, pero si te gusta ligeramente picante puedes agregársela y aumentar un poco la cantidad del rábano picante (horseradish).

Ingredientes
1 cebolla picada finamente
1 diente de ajo triturado
1 ¾ tazas de kétchup
1/3 taza de salsa inglesa
½ cucharada de ralladura de limón
3 cucharadas de jugo de limón
1 cucharadita de vinagre de sidra
2 cucharadas de papelón granulado o rallado
1 cucharada de melaza
1 cucharada de café instantáneo
1 cucharadita de horseradish (rábano picante)
1 cucharadita de mostaza en polvo
1 cucharadita de Sal de Araya Ahumada
2 cucharadas de aceite vegetal
Opcional: 1/8 cucharadita de salsa tabasco
Preparación
Calienta el aceite y sofríe el ajo y la cebolla a fuego medio hasta que este traslucida, agrega todos los demás ingredientes, menos el tabasco y cocina la salsa a fuego bajo por unos 20 minutos. Retírala del fuego, agrega el tabasco y mézclala muy bien. Permite que repose unos 15 minutos y luego utiliza tu salsa de la manera que gustes. Si tienes oportunidad, has siempre con unos días de antelación la salsa, esto le permitirá integrar y balancear mejor los sabores de sus ingredientes. Puedes conservarla en la nevera por un buen tiempo y también puedes congelarla.
Rinde 2 a 2 ½ tazas aproximadamente

martes, 7 de junio de 2011

Sopa con hongos y legumbres al jerez… reconfortante en cada bocado.

¿Cuántas veces abres la nevera y a pesar de tener comida hecha no te provoca comerte eso? A mí no te imaginas cuántas. En una casa donde siempre se está cocinando previendo ganar tiempo a la hora del almuerzo por lo que muchas veces tengo listo algo en la nevera, hoy me provocaba comer algo distinto, pero sobre todo reconfortante, entonces busqué en mi refrigerador esperando como en una especie de inspiración “divina” a ver qué conseguía y qué podía hacer con ello. Me topé con un contenedor con dos tazas de caldo de carne que había descongelado para otra preparación, unas caraotas blancas precocidas que me sobraron al hacer el antipasto, unos hongos frescos y ajo porro, el cual nunca falta en mi nevera. Que me disculpen los que como yo son seguidores de Mafalda pero que, a diferencia de mí, como a ella no les gusta la sopa, pienso que a la hora de tener hambre (y más que hambre fatiga) y no hay mucha paciencia para esperar, nada es más reconfortante que un plato de sopa caliente, hecho en 15 minutos y acompañado de unas tostadas con queso. Gracias a Dios que también me quedaba un poco de queso de cabra cremoso y unos tomates cherry,  junto al pan integral, por lo cual decidí que mi almuerzo el día de hoy sería una sopita con hongos y caraotas blancas al jerez, acompañado de unas bruschettas de queso de cabra con los tomaticos y orégano fresco. Les digo que el almuerzo quedó estupendo, pero juzguen ustedes si es que yo tenía demasiada hambre o si en realidad, después de prepararla ustedes mismos, vale la pena compartirla. Me encantaría saber cuáles recetas has improvisado y que la compartas con nosotros a través de este blog.

Ingredientes
2 tazas de caldo de res
½ taza de agua
1 taza de hongos frescos en finas láminas
1 taza de caraotas blancas precocidas o enlatadas
1 tallo de ajo porro en rueditas
2 a 3 cucharadas de jerez
Sal y pimienta al gusto
1 cucharada generosa de aceite de oliva
1 cucharada de mantequilla
1 cucharada de ciboulette picadito (opcional)
Preparación
Derrite la mantequilla junto con el aceite de oliva en una cacerolita, agrega el ajo porro y saltéalo por un par de minutos y agrega los hongos, deja que cuezan por unos 8 minutos removiendo de vez en cuando, transcurrido ese lapso agrega el caldo, el agua, el jerez y las caraotas, salpimienta tu sopita y cuécela de 5 a diez minutos más. Sírvela de inmediato con una cucharadita de ciboulette picadito y acompañada de estas deliciosas bruschettas.
Variante: puedes sustituir las caraotas blancas por cebada precocida sólo que en menos cantidad.
Rinde 2 porciones


también puedes ver esta receta en... La Sopa de Tomate Light

Bruschettas integrales con queso de cabra… ¿qué puede ser más rico que pan, queso, ajo y tomate?

Para mí lo máximo, casi no puedo vivir sin estos alimentos a mano, un bocadillo a media mañana, acompañar una sopita o una ensalada, definitivamente es uno de mis pecados. Pero puedes buscar alternativas para el pan blanco sustituyéndolo por pan integral, tortillas de trigo integral o casabe, un poco menos dañino para aquellos que como yo somos gorditos o para los que deben restringir el tipo de carbohidratos que consumen por razones médicas como la diabetes. Si no te has acostumbrado aún al sabor del pan integral, esta es una combinación que te ayudará. Con el tiempo, incluso podrá pasarte como a muchos que terminan por cambiarlo totalmente porque tiene mucho más sabor y textura que cualquier pan blanco pre-empacado de calidad media que consigas en el mercado. Puedes usar la hierba aromática que más te guste, puede ser fresca o deshidratada y también puedes sustituirla por un queso de cabra que ya la contenga. Lo que si debes tomar en cuenta es que, además de saber muy bien, un plato que luzca apetitoso por contraste de colores siempre será más agradable visualmente sin tener que llegar a los extremos de la alta cocina y eso, amigos míos, es lo que yo llamo la buena vida.

Ingredientes
2 rebanadas de pan integral
4 tomates cherry
8 cucharaditas de queso de cabra aproximadamente, puedes poner la cantidad que gustes
Orégano fresco
1 diente de ajo sin piel
Sal y pimienta
Aceite de oliva

Preparación
Pica los tomates al medio y luego rebana cada mitad en cuatro diagonalmente o como te sea más fácil. Tuesta tus rebanadas de pan y al salir del horno frota ligeramente por una de sus caras un diente de ajo, pica tus tostadas en cuatro bastones cada una. Con la ayuda de una espátula y una cucharilla coloca cada porción de queso sobre cada pancito, luego las rebanadas de medio tomate, un chorrito de aceite de oliva, sal, pimienta y las hojitas de orégano. Sírvelas como acompañante o como unos deliciosos abrebocas en cualquier reunión.
Rinde 8 bastoncitos, 2 porciones


también puedes encontrar esta receta en... La Sopa de Tomate Light

lunes, 6 de junio de 2011

Ensalada de Bacalao a la parrilla… una opción fresca para el verano

En estos días de tanto calor lo que más provoca es comer platos refrescantes con cocciones rápidas o al aire libre y, aunque también son días lluviosos para los venezolanos, siempre encontramos la manera  a veces improvisando “techos” para la parrilla y otros, como yo, que la hacen incluso dentro de casa, buscando métodos con los cuales aprovechar el fuego sin el humo del carbón. En mi memoria hay más de un recuerdo de ver a un familiar junto a la parrillera con un paraguas para no mojarse ni él ni la comida. Bueno no sé cuál sea tu caso o si en tu país no llueve en verano, lo que sí sé es que puedes hacer esta ensalada con el pescado recién salido de la parrilla o aprovechar lo que sobró para hacerla al día siguiente y, junto con unas tostadas de pan o casabe, tener un almuerzo fresco, ligero y diferente. Soy amante del bacalao pero siéntete en libertad de cambiarlo por cualquier otro que te guste más, sólo ásalo y desprende su carne en lascas grandes para luego mezclarlo con unos vegetales, huevo cocido, un buen aceite de oliva y vinagre. Disfruta de ella en la oficina, en la playita o en un día de campo aprovechando lo que quedó de esta parrillita, sin desperdiciar nada.

Ingredientes
1 lomo de bacalao a la parrilla o lo que te haya sobrado del día anterior
3 tomates cherry
¼ de aguacate
2 huevos cocidos
Aceite de oliva y vinagre al gusto
Sal y pimienta al gusto
Opcional: puedes agregar unas aceitunas negras y completar la influencia mediterránea de esta ensalada, además de cambiar el vinagre de vino blanco por vinagre balsámico. Por último puedes agregar hierbas como albahaca u orégano sabores básicos de esa zona.
Preparación
Separa la carne del pescado en trozos grandes y resérvalo. Pica el aguacate en cubos grandes, los tomates al medio o en cuartos al igual que los huevos, como tú prefieras, y mézclalos con el antipasto en un tazón grande junto con la sal, la pimienta, las aceitunas si las usas y el bacalao.  
Rinde 2 porciones

viernes, 3 de junio de 2011

Antipasto de caraotas mixtas… una relación ganar-ganar

La forma más sencilla y económica de agregarle valor nutricional a tus comidas diarias definitivamente es incluir las legumbres como una fuente sana de proteínas. Puedes disfrutarlas solitas con un poquito de aceite de oliva, vinagre, sal y pimienta; hacer de ellas un antipasto más diverso agregando ajo, perejil, además se hace en un dos por tres. Si no tienes caraotas precocidas y pimentones asados en la nevera, lo cual sería un poco más sano y sin tantos conservantes, puedes comprarlos enlatados y con simplemente con mezclar todo en un tazón tendrás un platillo donde el que ganas eres tú. Yo por mi parte siempre cuento con este antipasto en la nevera, si es hora de almuerzo y no he cocinado aún lo mezclo con un tomatico, aguacate y un atún enlatado, un huevo cocido o queso de cabra. Agrega otras legumbres como lentejas, garbanzos o incluso mezcla las caraotas blancas con negras y obtén lo que llamamos en Venezuela una combinación dominó, el límite de colores y sabores puede ser infinito, sólo deja volar tu imaginación para que te lleve a lugares que aún no has conocido.

Ingredientes
1 pimentón asado en julianas finas (del color que prefieras)
1 diente de ajo pequeño finamente picado
½ cucharadita de perejil liso picadito
Sal, pimienta, aceite de oliva y vinagre de vino blanco al gusto.
Puedes sustituir el vinagre de vino por un buen vinagre balsámico y además agregar albahaca y orégano fresco o seco.
Preparación
Mezcla todo en un tazón y guárdalo en un recipiente hermético o un lindo frasco de vidrio con tapa en tu nevera. Bien conservado con la ayuda del aceite y el vinagre tu antipasto puede durarte por lo menos una semana en el refrigerador.
Rinde 3 tazas

también puedes encontrar esta receta en... La Sopa de Tomate Light

jueves, 2 de junio de 2011

Bacalao a la parrilla… que la lluvia no sea un obstáculo

Como buena descendiente de portugueses el bacalao es un plato que en mi casa se come tanto en días festivos como en domingos familiares y una de las formas más sabrosas de prepararlo es a la parrilla. Este pescado de sabor particular no necesita ser marinado antes, solamente debes elegir los lomos más gruesos que tienen mucho más carne y no se secan en la cocción y desalarlos unos dos o tres días antes de cocerlo cambiando el agua por lo menos tres veces al día. Aún recuerdo la cara de disgusto de mi esposo la primera vez que lo invitamos a comer el bacalao, pensando que se iba a encontrar con un pescado salado y guisado como suelen servirlo en muchos restaurantes, hasta que se encontró con un lomo bien dorado y crujiente en su exterior a la vez de suave y jugoso en su interior separándose por sí solo en grandes lascas. Desde ese momento se volvió un fanático del bacalao y no perdemos oportunidad para comerlo en casa. Mi madre que fue la que me enseño como prepararlo, lo asaba dentro de casa tanto como en una parrillita eléctrica y en uno de los mejores inventos, que en mi opinión, se han hecho para tener el sabor del fuego directo sobre tus ingredientes sin tener una parrillera de carbón o una terraza al aire libre, el girasador es una especie de olla a la cual le falta parte del fondo y tiene una especie de disco con aspas que giran por el calor producido en la hornilla distribuyendo el aire caliente y las llamas al momento de cocerlos, además tiene una rejilla la cual se coloca sobre su borde superior y en la que se disponen los alimentos que vas a cocinar. Yo lamentablemente no pude conseguir el mismo modelo que ella tiene ya que es viejito y ya no lo producen así, pero funciona bastante bien sobre todo si quito el disco central y permito que mis preparaciones tengan contacto directo con el fuego. Una vez listo era costumbre nuestra acompañarlo por unas papas asadas, huevos cocidos, ajos finamente picado y crudo y abundante aceite de oliva además del arroz moreno típico del norte portugués, unas aceitunas negras y un buen vino verde o unas cervezas bien frías, pero si estás cuidando de consumir platos con baja carga de carbohidratos puedes acompañarlo de una rica ensalada de caraotas mixtas con pimientos asados, tomates cherry y aguacate.  Espero que gustes de preparar esta receta a tus familiares y amigos y que el bacalao tome un lugar nuevo en tu mesa y si tienes una buena oportunidad para asarlo al aire libre aprovecha la ocasión, te servirá para cualquiera de los métodos que elijas para hacer una parrilla.

Ingredientes
1 lomo de bacalao previamente desalado, entre 200 gr y 220 gr por persona
Aceite de oliva suficiente

Preparación
Engrasa ligeramente la rejilla de tu parrilla eléctrica o girasador, donde decidas hacerlo, y calienta bien tu parrilla a fuego medio fuerte o una temperatura de 375°F a 400°F, rocía con aceite de oliva la cara del bacalao que tiene la piel y colócalo sobre la rejilla con la piel hacia abajo, durante la cocción rocía con un hilito de aceite de oliva varias veces para que tu pescado no se seque y absorba su sabor. Una vez dorado por debajo, dale la vuelta y repite el proceso. Sabrás que está listo cuando veas que tu lomo se separa en lascas. Retíralo del fuego y disfrútalo como más te guste.

Desalando el bacalao: pídele al pescadero que te pique el bacalao en 6 piezas, normalmente viene en una pieza grande que incluye lomo y cola. Lávalas bien bajo el agua corriente para quitar toda la sal que hay en su superficie, colócalas en un envase grande y cúbrelas con abundante agua, tapa el pescado con la tapa del envase si la tiene o con papel plástico (envoplast) y refrigéralo. Durante un par de días cambia el agua por lo menos 3 veces al día o mañana y noche, transcurrido ese lapso retira las piezas más delgadas de la cola, cambia el agua de los lomos y retórnalos a la nevera. Guarda en una bolsa o contenedor hermético las que sacaste del agua como ingrediente en otras preparaciones. Repite el proceso de desalado con los lomos por 1 ó 2 días más, retíralos del agua y cuécelos como prefieras o congelarlo para usarlo en otra ocasión, para luego simplemente descongelarlo como harías con cualquier otra pieza de pescado.


puedes encontrar esta receta en... La Sopa de Tomate Light
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